¡NO SOMOS UN SIMPLE NÚMERO!
Cuando se propuso este tema me llamó mucho la atención, ya que, hace algún tiempo leí un articulo sobre un maestro, “el profe Ramón”, que evaluaba a sus alumnos con cualidades, él buscaba una evaluación justa y a mi me pareció una idea muy buena, no obstante recibió muchas críticas.
Esta manera de evaluar no solo se centra en los aspecto académicos del alumno/a si no que también tiene en cuenta los aspectos sociales, que los alumnos/as vean que son capaces de hacer felices a sus compañeros, de empatizar y hacerles ver que pueden sobresalir en muchas más cosas de las que el boletín de notas refleja. Ramón escribió un Twitter que decía: “Elena es una niña feliz: sobresaliente; es generosa y buena compañera: sobresaliente; es respetuosa: sobresaliente”. Esta era la manera que el tenía de evaluar a sus alumnos, desglosando todos los objetivos de cada asignatura, informando a las familias para que el alumno/a supiera exactamente donde había fallado, que le faltaba por adquirir y cuales había logrado, para los alumnos/as es más efectivo, ya que, un simple número es insuficiente e injusto.
Según Ramón (BBC): “Ellos son expertos en ver la actitud con la que entras en la clase, te analizan y si es una actitud buena, positiva, los niños van a ir contigo hasta el fin del mundo”
Esto me parece maravilloso, que ya soy de la opinión de que la educación a evolucionado muy poco, si pensamos con detenimiento todo a nuestro alrededor a cambiado notablemente desde hace poco años hasta hoy, sin embargo la educación ha cambiado muy poco, solo hay que mirar alrededor de un aula, seguimos viendo pupitres mirando hacia una pizarra, una mesa del profesor delante etc.
Me causa tristeza el hecho de que la única aspiración de un alumno/a sea aprobarlas todas o tener la mejor nota de la clase y se vaya del colegio con el simple recuerdo de que es bueno en Mates, pero se le da mal el Inglés. Hagamos que los alumnos/a vean todo su potencial en todo su esplendor.
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